¡Seámos lisensiados!
El año pasado, en una asignatura de Comunicación Audiovisual que no recuerdo el nombre, pero que todavía me pregunto los criterios de evaluación del profesor, su "colegueo" injustificado o su desproporcionalidad a la hora de mandar trabajos y evaluarlos luego; creo aprendí algo maravilloso para la comunicación: criticar. Y ser crítico es cojonudo, ¿se puede decir cojonudo? Lo sé. Pero lo nuestro es criticar, quizá por el mero hecho de hacerlo sin preguntarse nada más. Digamos que despues de numerosos comentarios de texto aprendí que prácticamente se puede estar en contra de todo: - ¿Que te gusta? ¡Piénsalo dos veces, maldito conformista! - ¿Que es el hombre/mujer de tu vida? ¡No seas bobo/boba, se terminará acostando con tu mejor amigo (o amiga, como miembros y miembras)? - ¿Que estás contento con tu trabajo? ¡Ja... nunca serás más que un curreta que madruga todos los días! Y fijaros por donde, esta noche se ha vuelto a apoderar de mi la criatura que escribía por mi nombre el