Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2010

¡Seámos lisensiados!

El año pasado, en una asignatura de Comunicación Audiovisual que no recuerdo el nombre, pero que todavía me pregunto los criterios de evaluación del profesor, su "colegueo" injustificado o su desproporcionalidad a la hora de mandar trabajos y evaluarlos luego; creo aprendí algo maravilloso para la comunicación: criticar. Y ser crítico es cojonudo, ¿se puede decir cojonudo? Lo sé. Pero lo nuestro es criticar, quizá por el mero hecho de hacerlo sin preguntarse nada más. Digamos que despues de numerosos comentarios de texto aprendí que prácticamente se puede estar en contra de todo: - ¿Que te gusta? ¡Piénsalo dos veces, maldito conformista! - ¿Que es el hombre/mujer de tu vida? ¡No seas bobo/boba, se terminará acostando con tu mejor amigo (o amiga, como miembros y miembras)? - ¿Que estás contento con tu trabajo? ¡Ja... nunca serás más que un curreta que madruga todos los días! Y fijaros por donde, esta noche se ha vuelto a apoderar de mi la criatura que escribía por mi nombre el

De cubitos anda el juego

No sé que es más importante, si la primera página de un pequeño libro de bolsillo o la última de una trágica y exitosa saga de novela negra. No sé que prefiero, si los primeros acordes de una canción o la aguja rozando un vinilo mientras cambia de pista. De hecho no sé si soy de vinilos o trágicas y exitosas sagas de novela negra. Dos meses sin meter una puta entrada en este blog. Dos meses sin abrir la dichosa página de internet que un día pensé que sería un apéndice de mi. ¿Hay alguien más inconstante que yo? Supongo que sí, no voy a ser la única persona que deja proyectos a medio o abandona otros sin empezarlos. Aún así, señores, señoras, yo no pienso abandonar esto, simplemente atravieso una espeluznante crisis creativa . No sé por donde empezar. No sé si tengo que empezar por algún sitio. Quería dedicar entradas pendientes, pero hoy no tengo el día. Y lo he tenido buenísimo, o lo he tenido simplemente. No puedo decir que sea malo. Dicen que el mejor momento para escribir es con el