Entradas

Mostrando entradas de enero, 2012

La tarifa del deseo

La luz de la farola gemía. Gemía como cuando se siente un repetitivo dolor. Gemía despacio, continuo. Gemía lamentando sus pocas horas de luz. Gemía avisando que pronto dejaría de alumbrar. Yo miraba el leve parpadeo de la bombilla desde mi cuarto. Tenía la luz apagada. Una barra de incienso y una triste vela blanca vestían las frías paredes. Recostada en el sillón de mimbre miraba por la ventana con los ojos enjugados en lágrimas. Fumaba. La colilla se consumía rápidamente con cada calada. Cogí el móvil que estaba encima de la cama. Me puse a buscar en la agenda un nombre con el que saciar mi ansiedad. Tenía decenas, quizá cientos o miles de hombres que querrían meterse en mis sábanas esa noche. Sabía que mi cuerpo podía ser saboreado por varias bocas. Encendí la que sería la segunda colilla consecutiva. Rompí a llorar amargamente. Mis manos temblaban y la ceniza se desmoronaba encima de mis piernas desnudas. Me levanté, tiré el pitillo en la lata arrugada de cerveza que me había